En la actualidad toda comunidad vecinal o residencial tiene unas reglas o normas de convivencia que se deben cumplir. No obstante, hay quienes la pasan por alto y son catalogados como los vecinos molestos de la zona.
Lo establecido es que se consideren las horas de descanso que, en muchas ocasiones, vienen ceñidas en las ordenanzas municipales de cada urbe.
Cualquier comportamiento que quebrante la normativa vigente al respecto traerá como consecuencia, la consideración de tener unos vecinos molestos.
Si eres de los que tiene que lidiar con este tipo de personas, el primer paso es hablar directamente con ellas, acerca de lo que te molesta, de forma calmada, decente, pero sobretodo civilizado. En este sentido, lo recomendable es que entre ambos lleguen a un acuerdo.
Usualmente quienes realizan una queja lo hacen porque su vecino lleva a cabo fiestas a todo volumen hasta ciertas horas de la noche, porque hace obras o trabajos sin respetar los tiempos reservados al descanso, o simplemente mueve muebles o anda con tacones.
Lo mencionado un par de líneas más arriba son solo unos cuantos ejemplos de lo que puede suceder. Ahora bien, si luego de dialogar con las personas no se llega a un acuerdo acude a la asociación de vecinos o en su defecto conversa con el presidente de la comunidad de vecinos.
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Penalidad monetaria: buen aliciente para acabar con vecinos molestos
Por otra parte, cuando las palabras ya no son suficientes para convencer a tu mal vecino, el trámite de la penalidad monetaria es sin duda un buen aliciente.
En caso de que tu vida en esa comunidad sea un infierno y todo lo mencionado anteriormente no funciona es hora de que pienses en comprar una nueva casa y mudarte. Suena un poco radical, sin embargo funciona.
¿Cuándo estamos en presencia de acoso vecinal?
En otro orden de ideas, también se puede ocurrir que el vecino haga ruido con toda la intención de molestar o a sabiendas del daño que ocasiona. Si esto llega a pasar estaríamos hablando de acoso vecinal.
Cuando se divise o se sospeche que una conducta pueda ser acoso, hay que documentar. En pocas palabras, quien denuncia tiene que mostrar que hay acoso. Por ello, debe contar con testigos, guardar los emails, el registro de llamadas, entre otros.